Boris Johnson enfrenta una moción de censura de su propio partido

Mundo | 06 de Junio de 2022 | por: .

Al menos 54 legisladores de su partido han manifestado que no tienen confianza en el primer ministro. Para seguir al frente del país, necesita 180 votos de sus colegas conservadores

Boris Johnson enfrenta este lunes una moción de censura que puede sacarlo del poder.

Se trata de un voto de confianza promovido por su propio partido, después de que varios legisladores conservadores enviaran cartas a un comité del Partido Conservador manifestando su oposición a la continuidad de su líder.

 

 

La medida se produce tras las revelaciones sobre las fiestas en diversas sedes del gobierno británico durante la pandemia de covid, escándalo que se conoce con el nombre de partygate.

 

De tener éxito esta votación, Reino Unido -que en estos últimos cuatro días ha celebrado los 70 años de la reina Isabel II frente al trono- cambiaría de primer ministro en los próximos días.

Tras conocerse la noticia, la oficina del primer ministro indicó que Johnson "acoge la oportunidad de exponer su caso ante los diputados" y añadió que la votación de esta noche es "una oportunidad para poner fin a meses de especulación y permitir al gobierno trazar una línea y seguir adelante".

 

1. Cómo funciona la moción de censura

Cada partido político tiene sus propias reglas para la elección -y destitución- de su líder.

 

Este lunes, el legislador Graham Brady, al frente del Comité 1922 que representa a todos los legisladores conservadores, informó que se había superado el 15% necesario para llamar a este voto.

Actualmente el partido de gobierno cuenta con 359 parlamentarios, lo que significa que al menos 54 legisladores han manifestado por carta no tener ninguna confianza en el primer ministro.

La votación tendrá lugar entre las 18:00 y 20:00 hora local (17:00-19:00 GMT) y los votos serán contados inmediatamente.

Para evitar la destitución, y asumiendo que todos los legisladores del Partido Conservador votan y nadie se abstiene, Johnson necesita asegurar el apoyo de una mayoría simple: 180 votos (la mitad de los legisladores de su partido más 1).

El voto es secreto, aunque algunos diputados pueden hacerlo público si quieren.

En caso de que salga airoso, el liderazgo de Boris Johnson no podría ser puesto a prueba por su partido durante un año.

Pero eso no le libraría de la presión.

Y es que los ojos estarán también puestos en el número de votos en contra del primer ministro.

En diciembre de 2018, la predecesora de Boris Johnson, Theresa May, superó esta moción de censura interna, pero más de un tercio de sus legisladores dejó en claro la oposición a su gobierno y ella anunció su renuncia seis meses después.

Mientras aquel voto de censura tuvo lugar en plenas negociaciones por el brexit, la salida de Reino Unido de la Unión Europea, esta moción ocurre en un momento de aumento del costo de vida en el país y la guerra en Europa tras la invasión de Rusia a Ucrania.

2. Por qué ahora

El voto de confianza sobre el liderazgo de Johnson ocurre tras meses de duras críticas por el partygate, un conjunto de fiestas y otros encuentros organizados en diversas sedes del gobierno británico en plena pandemia de covid-19, cuando la población cumplía estrictas medidas de confinamiento.

De hecho, las críticas contra Johnson por el escándalo (y sumado al desafiante contexto inflacionario y otras crisis) se puso en evidencia el viernes, en el marco de las celebraciones del Jubileo de la Reina Isabel II, cuando el primer ministro fue recibido con fuertes abucheos y vítores al llegar a un servicio de acción de gracias para la monarca británica en la Catedral de San Pablo en Londres.

Un informe publicado a finales de mayo confirmó que en las fiestas de Downing Street, la sede del gobierno, persistió una cultura de borrachera durante los estrictos confinamientos que fueron impuestos en todo el país y su autora, la funcionaria Sue Gray, consideró que muchos de estos eventos "no se debían haber permitido".

Johnson dijo que asumía "toda la responsabilidad por todo lo que sucedió" bajo su mandato, pero descartó renunciar.

No obstante, para algunos en Reino Unido, el partygate es solo uno de muchos problemas que han surgido bajo el liderazgo de Johnson.

Jesse Norman, un parlamentario británico que apoyó al primer ministro en el pasado, aseguró este lunes en entrevista con el programa Today de la BBC que hay "un conjunto mucho más amplio de preocupaciones" que van más allá del escándalo.

Norman abordó "cuestiones políticas centrales" como el plan del gobierno de enviar a algunos solicitantes de asilo a Ruanda y la "potencial violación" del protocolo de Irlanda del Norte del acuerdo del brexit.

Según el diputado, existe una "profunda preocupación" por la forma en que se está manejando la política, con la creación de "líneas divisorias" cuando se necesita un liderazgo "unificador" y "positivo".

Por eso, consideró que es "muy importante" que sus colegas voten en contra del primer ministro este lunes.

3. ¿Qué podría pasar esta noche?

Según el corresponsal político de la BBC, Ian Watson, algunos de los críticos del primer ministro confían en que alrededor de un tercio de sus compañeros diputados, entre 120 y 130, votarán "definitivamente" en contra de Johnson.

Sus defensores creen que pueden mantener el número por debajo de 100, pero la cantidad de ministros y asistentes ministeriales que se unan a ellos será crucial.

Boris Johnson necesita que al menos 180 parlamentarios conservadores lo respalden si quiere sobrevivir al voto de confianza en su liderazgo.

La unidad de investigación política de la BBC calcula en 73 el número de colegas del partido que han declarado públicamente su apoyo, un número que incluye la mayoría de sus ministros.

Pero se desconocerá el respaldo real que tiene el primer ministro hasta que finalice la votación a las 20:00 hora local (19:00 GMT).

Se espera que el resultado del voto de confianza se anuncie una hora más tarde.

 

Análisis de Iain Watson

Corresponsal político de la BBC

La especulación ha terminado. También terminó el espíritu de celebración, al menos en Westminster.

Habrá un voto de confianza contra el primer ministro, y sus colegas conservadores tienen que tomar la importante decisión de destituir a Boris Johnson en medio de una guerra en Europa y una crisis del coste de vida.

Si 180 diputados conservadores dicen que debe irse, habrá un debate sobre el nuevo liderazgo y él no será candidato.

Algunos de los rebeldes creen que el difícil obstáculo ha sido alcanzar las 54 cartas de colegas para desencadenar la votación.

Ante la disyuntiva de llegar a las próximas elecciones generales con Boris Johnson como líder -con una nueva investigación sobre el partygate por parte de una comisión interpartidista de parlamentarios a punto de ponerse en marcha- o tomar la opción de deshacerse de él ahora, creen que un número suficiente de sus colegas conservadores le abandonarán en una votación secreta.

Sus partidarios confían en que superará la impugnación, lo que, según las normas del partido, le libra de otra durante un año. Muchos ministros -aunque no todos- seguirán siendo leales.

Pero si gana por un estrecho margen -52/48, como dijo un rebelde-, algunos de sus críticos creen que se verá presionado por los altos cargos para que ponga fin a la agonía y se vaya.

Pero eso no suena realmente a Boris Johnson.

Así que algunas de las especulaciones en Westminster, tanto de los diputados conservadores como de los laboristas, se refieren a la posibilidad de que el primer ministro busque un nuevo mandato y convoque elecciones anticipadas.

Por detrás en las encuestas, eso puede sonar improbable. Pero cuántas cosas improbables han ocurrido en la política en la última década.